Reflexión: Rufino Tamayo y Olga Sánchez Borbón — tradición, modernidad y compromiso
Al pensar en Rufino Tamayo y Olga Sánchez Borbón, encuentro dos visiones complementarias del arte latinoamericano. Tamayo fue un puente entre lo local y lo universal, fusionando símbolos prehispánicos con corrientes como el expresionismo y el cubismo, demostrando que es posible dialogar con el mundo sin perder la identidad.
Olga Sánchez Borbón, pionera de la cerámica artística en Panamá, mostró cómo el arte popular y la artesanía pueden ser espacios de resistencia cultural, conservación de la memoria y transmisión de saberes. Su trabajo recuperó técnicas ancestrales y fortaleció la identidad panameña.
Como estudiante de artes visuales, ambos me inspiran a equilibrar tradición e innovación, abrirme al mundo sin olvidar mis raíces, y a entender el arte latinoamericano como un espacio de síntesis, memoria y proyección hacia el futuro.
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